El otro día estaba tranquilamente en casa cuando escuché el
característico sonido del Grindr, raudo y veloz fui a leer lo que me habían
escrito. Cuál fue mi sorpresa al ver que sin venir a cuento y sin mediar
palabra (tengo los pantallazos guardados) un italiano muy feo y casi enano me
llamó “zorra quemada” como si eso a mí me fuese a ofender y por si no fuera
poco dijo que le dábamos asco yo y el resto de gays mallorquines.
Me dio que pensar y es que cómo puede haber gente que viva
tan amargada y llena de odio. Lo podría entender si me conociera o si le
hubiera hecho algún feo pero no es el caso. Además ¿qué hace viviendo en
Mallorca si le dan asco los mallorquines? Lo mejor es que el susodicho además
va de ligoncete y activazo por lo que pone su perfil.
En serio, si no vas a decir algo bueno es mejor no decir
nada en las redes sociales. Trágate tu amargura y odio, además al final esas
cosas pasan factura y retratan a uno mismo. En Mallorca somos pocos y nos vamos
conociendo casi todos y estas cosas no “son bien”. Me cuesta entender a esta
gente que sin conocer insultan y luego en persona son unos inmensos cobardes. ¡¡Porca miseria!!
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